
Cuando empezamos a hacer nuestras estrategias de marketing o a buscar formas, alternativas que nos permitan llegar a más clientes, a clientes potenciales, generar engagement con ellos no siempre contemplamos algo que es sumamente importante y esto es ¿Qué emoción quiero transmitir?
Con todo el acceso a la información que tenemos hoy en día, sabemos que todas las compras que hacemos son emocionales. En otras palabras, si detonas o despiertas la emoción correcta podrás mejorar tus ventas. Esto se debe a que como ya comenté antes compramos por emoción.
Te voy a poner un ejemplo muy sencillo y que seguramente nos ha pasado a todos. Vas al super, después de las 5 de la tarde sin haber comido antes, ¿Qué es lo que haces? Se te antojan unas papas, un refresco, una torta, una pizza, un pan, de todo aquello que tú comes y si no tomas consciencia sales del super con muchas cosas para comer, cuando llegas a tu casa comes tan rápido que dejas mucho de lo que compraste. Y todo a qué se debió, a una emoción.
Podemos analizar algunas marcas para que esto pueda ser más claro: Rolex, vende estatus, no vende relojes. Coca Cola, vende felicidad y no un refresco. Adidas te vende retos, no artículos deportivos. Bimbo vende cariño, no vende pan. Todas las marcas nos venden una emoción, no su producto, esto es porque el 99% de las compras que hacemos es por impulso, por sentimiento, por emoción. Tú sabes que emoción estas transmitiendo.
Gemma Fillol nos dice «Sí no emocionas no existes» enfocarte solo en tu producto, solo en el precio, en tu competencia o en el lugar en el que estas, importa claro, más no es el factor determinante por el cual puedas aumentar tus ventas o detonar un crecimiento, la estrategia real con beneficios a mediano y largo plazo es saber que emoción estas transmitiendo.
Cuando asocias una emoción con tu marca estas sellando una relación con tus clientes, esto nos lleva a tener una experiencia que nos conecta con la marca, con tu marca. Permite que se cree una conexión al punto de desearla. Trasmitir esas emociones nos permite conectar en un nivel tan básico que ahora tu marca es completamente deseada, buscada, promocionada.
Nos corresponde conectar emocionalmente con nuestros clientes para que de esa forma ellos se sientan tan emocionados de tenerlo como tú de producirlo o de venderlo. Si no me crees pongamos otro ejemplo, algo quizá más común a nosotros de manera personal. Cómo te sentías cuando de niño o de adolescente te decían que irían a visitar a tu familiar más querido, desde que sabias que irías a verlo te llenabas de alegría, de felicidad y anhelabas que ya fuera ese día. En tu juventud, cuando sabías que verías a la persona que más te gustaba, ¿Cómo te ponías?, contabas los minutos, las horas para que ya se diera ese momento y cuando ya estabas ahí lo que menos querías es que el tiempo avanzara.
Ese tipo de emociones son las que nos corresponde despertar en nuestros clientes, conectar a ese nivel va a garantizar que, aunque te comparen con toda la competencia del mundo, aunque sean más baratos, aunque les ofrezcan la luna y las estrellas, tus clientes te van a preferir a ti.
Define que emoción o emociones quieres transmitir, solo no te emociones valga la redundancia y quieras transmitir 10 emociones, enfócate en una y trabaja sobre ello. Felicidad, amor, logro, confianza, aventura, estatus, libertad, adrenalina, miedo, sorpresa, ira, tristeza, etc. Dirige todos tus esfuerzos para que seas coherente con la emoción a transmitir, toda tu comunicación, toda tu cultura tiene que estar encaminada a esa emoción.
Si logras llevar esa emoción al grado de que tus clientes se conviertan en tus fans habrás entendido lo que se tenía que hacer y así tener en cada fan un vendedor de tus productos o servicios. Déjame en los comentarios que emoción quieres transmitir con tu negocio, empresa o emprendimiento.