
Hablar de objetivos en todos los sentidos nos permite saber hacia dónde nos dirigimos, qué queremos conseguir, cuál es el rumbo. Este es el punto inicial para poder construir algo sólido, donde se tenga claro el punto al que se va a llegar.
Cuando estamos construyendo un Equipo de Alto Rendimiento (EAR) tener objetivos claros es un elemento fundamental e indispensable. Esta podría decirte que es la característica inicial que un EAR tiene. No solo consiste en saber hacia dónde quieres llevar el equipo o cuál es su meta si no establecer que se quiere de cada miembro, cuál es su alcance, con que otras áreas interactúa, que responsabilidad tiene y cuáles son las implicaciones de que no cumpla con lo que le corresponde.
Definir los objetivos nos permite saber que va a ocurrir en cada etapa de la consecución de la meta que tenga ese equipo, te podrás estar preguntando por qué es tan importante definir objetivos así de específicos, una de las razones principales es porque estos equipos no tienen una línea de mando común, como a la que quizá podemos estar acostumbrados. Estos equipos actúan en una sinergia conjunta donde todos son responsables del éxito o del fracaso que se tenga, aquí no hay un líder que asuma una única responsabilidad por los fracasos o errores o que se cuelgue la medalla por los aciertos.
Adicionalmente tiene que estar completamente claro el objetivo final que se tiene como equipo, lo que se tiene que conseguir, este objetivo tiene que ser significativo para los miembros del equipo y retador al mismo tiempo. Ya que al integrarse al equipo cada miembro asume una personalidad propia del equipo que supera a su propia personalidad personal.
Para definir los objetivos que se buscan con el EAR podemos usar diferentes metodologías, de la que vamos a hablar es una que ya conocemos en este Blog y es la metodología SMART
- S (Específicos)
- M (Medibles)
- A (Alcanzables)
- R (Retadores)
- T (Tiempo definido)
Un ejemplo muy práctico de un EAR es el cuerpo humano, Todos los miembros del equipo tienen un objetivo común, mantener el cuerpo humano con vida y funcionando de manera perfecta. Aunque puede surgir la duda de que existen órganos que son indispensables, la realidad es que para que el cuerpo funcione de manera perfecta se requiere de todos los grupos de órganos, músculos, huesos, células y demás que posee nuestro cuerpo.
Si por alguna razón el aparato digestivo deja de funcionar no será posible sobrevivir sin ayuda externa, si el caso es con los pulmones también tendríamos que requerir la ayuda de algo o alguien más. Y que pasa si nos falta una pierna, un brazo o algo que se podría considerar no tan importante. Recordemos que hablamos de un funcionamiento perfecto, así que hasta la célula más pequeña o insignificante en apariencia es vital para que el cuerpo funcione a la perfección.
Ya que nuestro tema principal son los objetivos claros hablemos solo de 2 aspectos en el cuerpo humano, los huesos y los glóbulos rojos.
El objetivo específico y claro de los huesos es: Proveer un cuadro rígido que de soporte a los músculos y al tejido blando. Sin huesos no tendríamos la estructura necesaria para mantenernos de pie. Cuando se rompe un hueso se pierde esa rigidez y el cuerpo humano ya no funciona de la misma forma.
Si te preguntas por qué hago alusión al cuerpo humano como un EAR es porque en él podemos encontrar todo lo referente a la estructura de un EAR así como identificar qué pasa si algún miembro del equipo no cumple con su función.
El objetivo de los glóbulos rojos es: llevar oxígeno a todos los rincones de nuestro cuerpo y recoger el dióxido de carbono.
En cualquiera de los 2 casos que puse como ejemplos si alguno no hace lo que le corresponde se produce una falla en el funcionamiento del cuerpo humano, lo mismo ocurre con un EAR todos son responsables del objetivo, todas las áreas están interconectadas y son igualmente importantes.
Tienes ya un primer paso para empezar a crear tu Equipo de Alto Rendimiento, sigue el Blog para que recibas todas las actualizaciones que voy realizando.